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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Los aparatos

Cada vez aparecen más cosas para la atención de los bebés y la comodidad de los padres, tanto que a veces uno se pregunta: "¿Cómo hacían antes para criar tanto niño sin estas cosas?". La vida moderna y el mercado intentan facilitarnos la labor de padres, y efectivamente hay algunos aparatos que ayudan, y otros que son más que todo lujosos o gadgets para criar niños mimados.

En los hospitales no tienen muchas de esas cosas porque existe personal encargado de tareas específicas, profesionales dedicados a labores mucho más "elevadas". Pero tienen otras que a veces uno las quisiera tener en casa. Uno de mis antojos de papá es el termómetro infrarrojo (aunque parece ser que no es tan bueno) porque el que hemos usado de medición de contacto axilar o anal no es muy práctico cuando el bebé se retuerce llorando. Recuerdo uno que tuvimos cuando mi hermano menor era bebé, una banda plástica que reaccionaba con la temperatura al contacto, pero de esos no he vuelto a ver en Canadá.

Hablando de termómetros, existen unos para verificar que el agua de la bañera tenga la temperatura adecuada, pero en mi opinión es un gasto innecesario, a no ser que quien vaya a bañar al bebé, o las bebés en nuestro caso, no esté dispuesto a mojarse la mano para sentir la tamperatura del agua. Los hay con distintas formas y funciones, pero yo confío más en mi piel. Hay termómetros para la temperatura de los teteros y las papillas, pero cuando uno tiene trillizas, esas cosas añaden trabajo innecesario que se soluciona con el simple tanteo, viejo truco de madres y abuelas.

Parece que la temperatura es fundamental en todo. Otro aparato que es indispensable es el calentador de teteros. Existen muchos tipos de estos aparatos, unos más complejos que otros que hasta indican la temperatura deseada y algunos albergan hasta dos botellas; los hay portátiles y para el carro. Nosotros tenemos dos: uno en la cocina y otro en nuestra habitación. Ha habido momentos en los que he deseado tener tres calentadores funcionando al mismo tiempo para satisfacer a las tres niñas lo más pronto posible, pero a pesar de que los llantos pueden angustiar, pienso en el consejo de una enfermera y la pediatra: hay que dejarlas llorar un poco.

Para la tranquilidad de los padres también hay monitores que ayudan a vigilar a los bebés cuando ellos están en otra habitación. Los presupuestos pueden definir qué tan detallada puede ser esa vigilancia. Hay monitores sencillos de dos estaciones tipo walkie-talkie y otros sistemas con cámaras de video, hasta se podría montar un circuito cerrado de televisión que puede ser monitoreado desde un celular.

Uno de mis favoritos es el Diaper Genie, una especie de caneca que sirve para botar los pañales sucios y resguarda el hogar de malos olores. Existen varios estilos y funciones, pero básicamente lo que hace este aparato es que aisla con un juego de tapas y pedales a los elementos contaminantes dentro de una bolsa sin fin (que sí tiene fin, y hay que mantener los repuestos). Nosotros tenemos el más alto en la foto, es casi que otro miembro de la familia.

Izquierda: papá sencillo. Derecha: papá élite
¿Cuál tripa de pañales es más fácil de manejar?
La bolsa es un tubo de plástico que se va desenrrollando con el uso; los modelos élite sellan cada pañal individualmente, mientras que los modelos sencillos (como el nuestro) dejan a todos los pañales en la misma bolsa. En ambos casos usted obtendrá una especie de tripa, pero prefiero la tripa sencilla que la élite. Como cosa curiosa, buscando las fotos de "la tripa", no vi ni una sola de una mujer encargándose del bulto.

Los móviles son un elemento más importante para los padres que para los hijos. Ellos nos sirven para ganar un poco de tiempo mientras los bebés se entretienen y nos vamos a alistar los teteros, sacar los pañales nuevos de la bolsa o preparar la ropa de dormir. También hay para todos los gustos y bolsillos, he visto unos que proyectan imágenes en el techo y que tienen hasta humidificadores o falsas peceras luminosas. Los nuestros fueron adquiridos en un bazar y tienen cajitas musicales, de esas a las que se les da cuerda.

El humidificador es otro aparato que es fundamental en ambientes secos. En Canadá gracias a las estaciones, en otoño, invierno y primavera, los hogares se resecan por el uso de las calefacciones y especialmente en invierno la humedad desciende drásticamente, porque el agua del aire se convierte en hielo del piso. los humidificadores también existen con formas amigables para los niños y ayudan a que las vías respiratorias se mantengan lubricadas y evitar la frecuencia de irritaciones nasales, admás ayudan a que la piel conserve su humedad natural.

Otros aparatos que he visto, y que no quise tener porque me parecían exagerar en el cuidado y delicadeza, son los columpios o las cunas que se mecen solas, los entibiadores de pañitos húmedos y las tabletas digitales para bebés. Un aparato que es útil, pero que es más el estorbo que el servicio es el esterilizador. No importa si es con agua o para microondas, la tarea que cumple perfectamente la podría hacer uno con una olla y una parrilla para arepas que sirven para cosas cotidianas y no ocupan el espacio de los esterilizadores.

Cuando vaya a tener uno o más bebés, mire lo que ofrece el mercado y documéntese leyendo las críticas a esos productos, porque es posible que desperdicie su dinero o que le regalen cosas que le resulten totalmente inútiles.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Los primeros seis meses

Cuando recibimos la noticia de que mi esposa y yo íbamos a ser padres de trillizas quedamos estupefactos. No sé si existe otra palabra que describa mejor esa emoción -honestamente terrible- que produce una sorpresa tal. Un miedo a lo desonocido y al futuro, una preocupación por la responsabilidad venidera, por los aprietos económicos que pudieran llegar, el riesgo de enloquecerse entre los llantos y las demandas de tres bebés. Y un niño. Y un perrito

Como ya dije antes, nos sugirieron "reducir el embarazo", y esa idea era aún más terrible que la idea de ser padres de trillizos. Hoy se cumplen seis meses del nacimiento de esas tres niñas que han llenado nuestro hogar de alegría y amor, y cada que las miro recuerdo como si fuera un trueno esa recomendación médica y me pregunto: ¿cómo hubiera sido posible escoger a una? ¿cómo hubiera quedado mi conciencia si una de estas niñas nunca hubiera sido por irnos de cómodos por la salida más fácil?

Seis meses después del nacimiento y unos meses más después de escuchar esas recomendaciones, estoy convencido de que nuestra decisión fue la mejor. Es cierto que mis niñas exigen mucha más atención y gastos que haber tenido un solo hijo, o ninguno, pero nada puede igualar las emociones que se viven cuando uno es papá, y de tres niñas hermosas, es todavía más sobrecogedor.

Ya nos estamos acostumbrando a que se nos acerquen los extraños con sus preguntas y a ser motivo de curiosidad en la calle cuando salimos, ya superamos -aunque dormimos poco- esas trasnochadas con los teteros y estamos comenzando una etapa nueva en la que nuestras hijas ya observan con atención cuando comemos, ven televisión, se ríen y piden a su manera que las carguen.

Como todo papá disfruto enormemente llegar a mi hogar y fundirme en los brazos de mi esposa y mis hijos. Con las niñas es muy difícil distribuír el tiempo para dedicarle a cada una cariños y cuidados. A veces cuando cargo a una, la otra me mira y llora pidiendo también atención, y cuando antes seguramente no hubiera tenido la paciencia, ahora soy capaz de evitar la tensión con los llantos porque sé que esa es la única manera que tienen de expresar sus deseos y emociones, y lo más mágico es que uno aprende a entenderlas.

Eso hasta ahora ha sido lo verdaderamente difícil de ser "el triple papito", no tengo tres brazos para tenerlas a ellas al mismo tiempo, ni tres manos para acariciar sus caritas y hacerlas dormir. Como casi todo el mundo, también me tengo que ir a trabajar y duele dejarlas a ellas con sus miraditas para salir de la casa todo el día.

En ellas se nota mucho la diferencia de personalidades, además de que su fenotipo es distinto, el carácter individual las hace muy especiales y cada una marca una característica definida: Sarah es la líder fuerte que se hace notar, Victoria es pura dulzura y simpatía y Mariana es una coqueta pícara que tiene un pucherito asesino. Entre ellas se nota también la diferencia de desarrollo, que puede ser de pocas horas o algunos días. La mayor está más avanzada en el uso de sus manos y sus ojos y las otras dos niñas la siguen más o menos dos semanas después.

Prematuras y todo, en estos seis meses no ha habido ninguna dificultad de salud ni problemas de desarrollo. La pediatra vive contenta porque las niñas "no dan trabajo" y nosotros orgullosos porque tomamos una decisión correcta. Hasta ahora no hemos vivido ninguno de esos riesgos con los que nos quisieron asustar hace casi un año.

Aparte de eso, es fabuloso ver cómo el hermano mayor dedica sus bailes y canciones para entretenerlas, anoche quiso tocar un silbato brasileño que recogió en una piñata y hace dos noches les bailó y les cantó para calmar sus llantos de sueño. Él tiene su mundo y a veces quiere compartirlo con ellas, especialmente con Mariana, la que más se parece físicamente a la mamá.

Sies meses de nacidas… cuando mis amigos que tienen un bebé se quejan de los trasnochos y los llantos, cuando dicen que hay mucha ropa para lavar, cuando dicen que hay que estar haciendo teteros a toda hora, cuando dicen que es muy duro cuidar un bebé, yo simplemente sonrío y les doy la razón, sonrío porque sé que todos esos trabajos merecen el esfuerzo cuando uno ama tanto a un ser al que le dio vida y que todo lo que hace es maravilloso, empezando simplemente por su existencia.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Las salidas

En verano, quizá es lo que hasta ahora ha resultado más complicado. Cuando yo estaba soltero siempre llegaba con anticipación de 10 o 15 minutos a cualquier cita, fuera ésta formal o informal. Al casarme empezamos a llegar a tiempo: justo a tiempo. Desde que nació mi hijo empezamos a llegar tarde y ahora con las trillizas no solamente llegamos tarde, sino que la preparación para salir es toda una actividad familiar.

Hay que calcular cuánto tiempo vamos a estar por fuera y con ese dato -que por lo general es impreciso y no cumple con las expectativas- organizar la pañalera y la teterada. Hay que empacar un juego de ropa por cada niña, los trapitos o baberos para darles el tetero, dos pañales por niña, un saquito para cada una, la cobija de cada una (y gorrito o pava, dependiendo de la temperatura), la crema para las nalguitas, los pañitos húmedos para limpiar, bolsas plásticas para los desechos y el número de teteros que determine el cálculo de la ausencia… ya sabemos que son tres teteros cada tres horas.

Debemos decidir si vamos a usar los coches, el coche doble y el sencillo o solamente el coche doble y el cargador de bebé para chilinguiarse a la menos juiciosa. Al respecto, se recomienda que uno tenga un coche doble y uno sencillo, pues los coches triples aparte de escasos y extremadamente costosos, no son fáciles de manejar porque ocupan mucho espacio sin importar si están dispuestos en tándem o en fila.

Si ya todo el mundo se bañó, antes de salir hay que alimentarlas, darles los teteritos para evitar tener que llevar un trío más de botellas y para que no lloren en "medio paseo" y tratar de alargar al máximo la próxima sentada de biberones. Como ya saben, lavar y preparar los biberones toma tiempo y cierta ciencia. Luego hay que sacarles los gases y verificar el estado de los pañales, que por lo general, hay que cambiarlos antes de salir.

Las damas tienen que peinarse, maquillarse y vestirse, mi hijo tiene que vestirse, pero poco le interesa y se dedica a jugar; mientras tanto yo saco al perro y si es necesario, recojo la mesa o los platos, boto la basura y verifico que la pañalera y la neverita de los teteros estén listas. Si la salida consiste en llevar algo, me aseguro de que eso esté junto a la pañalera y los teteros, pues en tanto trajín ya hemos olvidado algunas veces "el recibo", los cupones, o el celular o lo que sea que motive la salida.

Cuando las damas están casi listas, pregunto dos o tres veces si puedo empezar a montar a las niñas al carro. Tras respuesta positiva procedo a llevar una por una al carro y ponerlas en sus sillas especiales, amarrarlas con esos cinturones cuyos broches no aman a los dedos humanos y hacer fuerza para que no se queden llorando tristes. Cuando entro a la casa anuncio que ya puse a Fulana en el carro para que el resto de la familia se entere dónde está… y por ahí derecho presionar la salida y que se acelere la peinada y maquillada. A mi hijo lo dejo con las niñas en el carro cuidándolas y es por eso que nunca... NUNCA dejo las llaves en el vehículo mientras no estoy en él.

En el parque Spring Garden, después
de un partido de sóftbol
Ya todos estamos en el carro, los siete: trillizas, niño, abuelita, mamá y yo (a veces coco y por un tiempo la otra abuelita); y nos vamos.

En la calle es muy particular cómo la gente cuenta: uno, dos… tres, ¡tres! tres bebés, ¡ey miren... tres bebés! ¡Tres bebés!

La primera vez un señor, luego de contar y verificar, y de preguntar quiénes éramos los papás, se me arrimó y me dijo: "¿cuál es su nombre señor?", "José", le respondí sonriendo. "José voy a rezar por usted… seguro voy a rezar por usted". Otros me han dado el pésame y varias veces me han dicho que soy "muy demalas" porque "perdí el baño".

Cuando hay un evento cultural, nos convertimos en otro "kiosco" en el que la gente se detiene para admirar la proeza de tener trillizas y nos felicitan, unos se asombran y otros se horrorizan, y por lo general nos hacen estas preguntas:
¿Son niños o niñas?
¿Qué edad tienen?
¿Quiénes son los papás?
¿Cómo se llaman (las niñas)?
¿Es la primera vez que tienen hijos?
¿Y van a tener más hijos?
¿Fue concepción natural o invitro?
¿Fue parto natural o cesárea?
¿En cuál hospital nacieron?
¿Cómo las diferencian?
¿Tienen quién les ayude?
¿Y el hermanito las quiere?
¿Y ya duermen toda la noche?
¿Ustedes sí duermen lo suficiente?
¿Las alimentan de pecho o con fórmula?
Y como si fueran amigos de toda la vida, sin falta, nos empiezan a contar que la tía de una prima que no es su mamá es gemela, y que la cuñada del marido que no es su hermana conoce una señora del barrio que también tuvo trillizos. En casi todas las ocasiones nos hemos encontrado con gente que afirma ser mellizo o trillizo o que ha parido múltiples también. Alguno de nosotros dice: "el papá también es gemelo", y continúan los comentarios y con una certeza científica responden: "con razón"… pero todos sabemos que los bebés múltiples no son "responsabilidad" del padre (porque todos sabemos, ¿o no?).

Hay gente que con mucha generosidad se nos ha ofrecido a ayudarnos en la casa y cuando nos ven aparecer con los dos coches o las tres sillas del carro, nos abren las puertas y proponen ayudar con el ingreso de las niñas. En el consultorio pediátrico somos la sensación, la enfermera y la recepcionista son felices cuando llegamos y felices cuando mi esposa pide la próxima cita.

Y si les contara cómo fue el día del bautizo…

Vamos a ver cómo nos desenvolvemos en invierno, cuando haya que ponerse abrigos y tener mucho cuidado con el hielo, porque aquí sí hace frío.

lunes, 25 de agosto de 2014

Los tabaquitos

Esto de tener trillizas a veces es un poquito complicado. Pero nos hemos dado cuenta de que no es tan difícil como lo pintaba la gente cuando contábamos la noticia de que estábamos esperando tres bebés, esa gente que nunca había tenido tres bebés al mismo tiempo.

Cuando estuvimos en el bazar de la Asociación de Padres de Gemelos y Trillizos de Montreal, encontramos dos señoras que habían vivido lo mismo que nosotros y nos dieron mucho ánimo, en especial diciendo: "triple amor y triple diversión". Pero a pesar de que eso es verdad, hay momentos en los que la paciencia y la sabiduría son las virtudes más necesitadas.

Cuando tienen sueño ellas lloran locamente, a veces las tres al mismo tiempo y aunque tenemos ayuda en la casa, no es suficiente. Ese coro de llantos remonta en todas las habitaciones y en ocasiones no vale acostarlas, cobijarlas, meserlas, ponerles los chupos ni acariciarlas. Ellas lloran muy fuerte, con mucha intensidad y es difícil mantener la calma.

No sé de dónde sacamos la expresión, pero mi esposa y yo descubrimos, siguiendo el "consejo popular" y el ejemplo del hospital, que de lo mejor que se puede hacer para que un bebé duerma bien, es "entabacarlo" después de darle su tetero. Mi esposa y yo hemos estado aplicando esa técnica y funciona como por arte de magia, muy pronto ellas se duermen tranquilas. En los libros y en foros hay gente que desaconseja esta técnica, pero a nosotros nos da muy buen resultado:

Se prende un tabaco y mientras usted se lo fuma, les sopla el humo -del tabaco, no el exhalado- en la carita de las bebés hasta que se van quedando calladas y dormidas. Yo creo que es el efecto tranquilizador de la nicotina; hay que tener en cuenta que no funciona con cigarrillos, deben ser verdaderos puros.
Hablando en serio, la entabacada consiste en envolver a los bebés como un tabaquito, y para eso no se necesita gran cosa: una tela suave y delicada (muselinas) o los propios "tabaquitos*" con diseño especial y velcro que se consiguen en el mercado. Nosotros usamos unos que nos regaló una amiga en un práctico paquete × 3, pero cuando están de lavar o embolatados, usamos las muselinas que nos regaló otra amiga; con ambos da igual resultado. Aquí verá de una manera ilustrada lo fácil que es, pero por desgracia no puedo mostrar el amor que se siente al hacerlo:

Con muselinas

Este bebé no es hijo mío, la foto la conseguí en Internet

Con tabaquitos

Este bebé tampoco, la foto también la conseguí en Internet

Hay que tener en cuenta que por mucho que uno entabaque a las niñas, si el ambiente no es propicio para el sueño, ellas no se dormirán. Apague o atenúe las luces, evite ruidos intempestivos y fuertes y verifique que la temperatura sea adecuada para dormir. Si está fresco o frío, además del tabaquito, póngales también cobijas. En los libros también aconsejan llenar el ambiente de la habitación con ruido blanco, grabaciones del palpitar del corazón, del mar o de agua corriendo; o música suave, aunque yo a veces les he puesto Carmina Burana o heavy  metal y se arrullan igual.

Es recomendable que antes de proceder con el ritual de dormir, les haya dado su alimentación, sacado los gases, cambiado el pañal y puesto una piyama cómoda. Evite - aunque el sentido común lo indica, vale advertir- envolver a los bebés enrollando también la cabeza, no los acueste boca abajo ni de cara a las "paredes" de la cuna. Mantenga a los bebés boca arriba, usted no querrrá que se asfixien.

Ya estamos en la etapa (entre 3 y 4 meses de edad) en que las niñas pasan la noche completa sin pedir tetero ni cambio de pañal y con la ayuda de los tabaquitos ellas se quedan dormiditas ¡y nosotros también!


*No sé cómo se llaman estos artículos

martes, 12 de agosto de 2014

La teterada

Una de las cuestiones que más espantan a los interlocutores cuando reciben la noticia de nuestras trillizas, es la falta de sueño saludable durante las noches gracias a los períodos de alimentación de las niñas. Se quejan cuando lo vivieron con sus hijos y se trataba de uno, dos cuando mucho, pero cuando piensan en tres, la expresión facial asemeja a la de alguien a quien le pillaron fotos en pelota.

Yo también estaba asustado al principio, pero con un poco de orden y labor proactiva, las cosas son más llevaderas. Aquí veremos cómo se va ordenando este asunto.

Estos teteros prometen evitar cólicos
y gases, pero no noto la diferencia
con teteros corrientes: ellas eructan tal
y como cuando me tomo tres cervezas
En un bazar organizado por la Asociación de Padres de Gemelos y Trillizos de Montreal -a la que pertenecemos- compramos muchas cosas útiles, entre ellas, unos teteros a muy buen precio, que se dice, son la maravilla para alimentar a los infantes. La vendedora que tuvo gemelos nos vendió ocho teteros con todos sus accesorios, además recibimos otros teteros más corrientes de regalo o en paquetes de muestras gratis. Usamos entonces los Doctor Brown's y los Avent, los (chupos o tetinas) Nuk resultaron ser supremamente lentos, aún para las niñas prematuras, y abominablemente lentos para nuestra necesidad de volver a la almohada.





Ahora un poco de matemáticas simples:
  • Un bebé recién nacido se alimenta cada tres horas
  • Como mencioné antes, normalmente se acostumbra -para ser más prácticos- alimentar en los cuartos del reloj: 12, 3, 6 y 9
  • Eso indica que en la noche se alimentan a las 9, 12 y 3 de la mañana, pero es mejor moverlo hasta las 6 de la mañana porque la considero hora de seguir dormido. 
  • Son tres niñas, igual a tres teteros por tanda, por tres tandas: nueve teteros en la noche a las 12, 3 y 6
Normalmente los teteros se preparan antes de alimentar a las bebés, eso significa levantarse en la noche tres veces a preparar teteros, pero es mejor dejarlos listos antes de irse a la cama, y antes de que las niñas empiecen a llorar. Por eso tomé la costumbre de lavar todos los teteros con sus accesorios y prepararlos antes, a eso de las 11 de la noche, y dejarlos en la nevera a la espera de los llantos de hambre.

Para la lavada, mi esposa tuvo la idea genial de ir echando los teteros sucios en una ponchera plástica con agua jabonosa, para que cuando se acumulen, estregarlos y juagarlos sin tanta demora; pero no siempre se echan los teteros desarmados en la ponchera y es así que comencé a desarrollar una técnica de desarmado rápido de los teteros Doctor Brown's que tienen: la botella, un embudo, un filtro, la tapa rosca y el chupo:

Soy diestro…
  1. Agarro la botella armada con la mano derecha
  2. Con la izquierda desenrosco la tapa y "destripo" el tetero halando con ella los accesorios internos (filtro y embudo)
  3. Con la mano derecha vacio la leche sobrante en el lavaplatos y echo el tetero en la ponchera
  4. Con la mano izquierda separo el chupo de la rosca y al mismo tempo con la derecha separo el filtro del embudo
  5. Echo los accesorios a la ponchera
  6. Siguiente tetero
Si se perdió en el proceso, aquí hay un corto video donde muestro la magnífica operación con dos biberones, pero le advierto que es "más rápida la mano que el ojo".


Luego se agitan todos los elementos en la ponchera y con un cepillo o escobillon enjabonado se estregan, para luego juagarlos y ponerlos a escurrir. En el mercado existen escurridores dedicados especialmente a los teteros y sus accesorios porque es preferible que estos elementos no se mezclen con los de los adultos, inclusive en la lavada. Con respecto al filtro y al embudo, en la compra del paquete no se incluyeron los micro escobillones especializados del tal Doctor Brown y lo que tenía en mi cocina no servía para lavarlos. Pensé muchas veces cómo reemplazar esos escobilloncitos sin gastarle CA $7 a un paquete de cuatro, hasta que llegué a la solución de los limpiapipas, que un paquete de 15 me vale CA $1.

La leche la preparamos en una jarrita especial, de la misma marca, que es maravillosa para mezclar el polvo con el agua y cuando hay, con la leche materna; gracias a su sistema de hélice interna que hace una mezcla homogénea y eficiente. Cuando las niñas dejen de tomar tetero, me apoderaré de esa jarra para hacerme mis chocolistos con café y miel de arce.

Con teteros limpios y leche lista, basta con llenar las cantidades adecuadas en los biberones y armarlos con todos sus accesorios -para lo que también desarrollé un sistema eficiente que pasaré por alto- y guardarlos en la nevera… a dormir y a esperar que se despierten. Se recomienda que al despertar la primera, se despierten las demás para sincronizarles sus ciclos de sueño y hambre, de lo contrario, no duerme ni el verraco.

A veces he alimentado a dos niñas al mismo tiempo, pero es difícil controlar los chorreados de leche, si no están muy desesperadas, es mejor que una de ellas espere dormida mientras las otras dos beben.

Al comienzo mi esposa ideó una cartelera en la que anotaba las teteradas, el orden de alimentación, si se cambiaron pañales, si hubo regurgitaciones y la hora en la que la primera niña tomó su tetero. Esto nos ayudaba a ordenar las teteradas, pero con la experiencia empezamos a abandonar las anotaciones y aunque muy de vez en cuando hay confusiones, ya no la necesitamos.

Dicen que "donde cabe uno caben dos", pues yo digo que si usted cree ser capaz de hacer un tetero, hace nueve.
La alegría y ternura que produce verlas tranquilas tomando su lechita es incomparable
ACTUALIZACIÓN (noviembre 2014): llegaron a la casa unos teteros de marca ADIRI. Estos con un diseño totalmente extraño a lo que estamos acostumbrados y hechos en un material más suave. Decidimos ensayarlos porque ahora las niñas ya no quieren tomar más tetero y quizá con este nuevo artefacto lo aceptarían. Con la niña que ensayamos quedó con hambre porque por mucho que chupaba, nada le salía, por el contrario, el contenido se escapaba por la rosca de la tapa y por la "ventila" en la misma, la leche estilaba por mi brazo y el cuello de ella, tuvimos que trasvasar lo que no se derramó a un teterito plástico de los baratos, que funciona de maravilla. Estos teteros con forma de ubre no los recomiendo.

lunes, 4 de agosto de 2014

La lora de Nice

Foto autoría de Alfredo Colón
Si hubiéramos sabido que la sopa era de espinacas, nos hubiéramos escondido en una madriguera con tal de no acompañar a mi mamá a esa visita. Pero ni modo. Un viernes en la tarde, de esos en los que puede más la modorra, nos fuimos en un bus hacia el centro de Medellín, para luego coger en Circular Coonatra que nos llevaría al barrio Los Almendros.

Llegamos a la casa de Nice, una amiga de mi abuelita, para hacer una visita que ha dejado huella en nuestros recuerdos. Como siempre y como a todo niño, nos obligaron a saludar de besito en la mejilla y nos sentaron en la mesa, donde los cubiertos de plata y la porcelana nos esperaban. Sirvieron y muy amargamente almorzamos.

Ese almuerzo también estuvo plagado de pimentón, apio, coliflor y toda clase de vegetales pedorreros que no hacían parte de nuestro menú infantil. El cilantro rampante había causado además un sopor insoportable que era vencido únicamente por el calor de la tarde. Nos alegraron un poco el banquete con un par de tarros de yogur Chambourcy, lo mejorcito de la época.

Mi mamá se dedicó a la visita, si mal no recuerdo a compartir conocimientos sobre el bordado con tamboras-que ella acababa de comprar-… o pintura en tela, pero con tamboras; mientras que mi hermano y yo nos aburríamos como autenticando una firma en notaría.

Nice se apiadó y nos llevó a conocer la lora que estaba -como todas- en una estaca en la parte de atrás de la casa. Allá había también un juguete, un perrito que con una bomba de aire y una manguerita hacía cabriolas. Nos entretuvimos con ambos: lora y perro, y llegó algún pariente de Nice a "darnos vuelta" y el individuo empezó a joder a la lora, según él, para divertirnos. "Lorito quierrrre cacao", "Rrrrrroberrrrrto", y todas esas cosas que les dicen a los loros para que repitan, pero ella se quedaba seria y se movía en su estaca.

El tipo estaba cansón con la lora y nosotros ni siquiera sonreíamos, de pronto el animalito dejó descolgar un poco su cuerpo hacia atrás y con puntería certera descargó un potente chorro de rila* que bañó el pecho bien vestido del fallido adiestrador, para verlo luego huir con un asco monumental del patio inolvidable . Nos carcajeamos y esa cagada de la lora mereció la sopa de espinacas y la ensalada de Nice.

Cuando empezamos a antender a nuestras trillizas en la casa, estaba atento en las cambiadas de pañal porque en el hospital sucedió varias veces que al limpiar la piel sucia, ellas disparaban a chorro tal como hizo la lora. Menos mal tenía puesta la bata (antes mencionada) y mi ropa se salvó en varias ocasiones.

Una noche de cansancio, me dediqué a lo de siempre con las niñas y estaba limpiando a una de ellas, cuando vi venir con una mueca en su carita el chorro inevitable, que con la misma puntería de la otra historia, dejó una tierna mácula en la silueta de Gene Simmons de mi camiseta.

Y eso pasa, porque hasta cierta edad, los bebés al ser limpiados "sufren" fácilmente estímulo en los esfínteres y explotan como una sensible trampa ratonera.

Ya sabe, cuando nazcan sus bebés piense en la lora de Nice y póngase un delantal o asuma las consecuencias. Vi en Toys R Us un artículo que está concebido como escudo para esos momentos inesperados, pero considero que es otro artefacto más a "gerenciar" cuando uno ya está bien ocupado con un pañal cagado, uno limpio, paños húmedos, crema, una bebé que llora y con seguridad otras dos esperando turno. Si quiere conocerlo, aquí les presento el Teepee for the wee wee (léase tipi for de wiwi), una cosa que desborda de ternura cuando los bebés desbordan en soltura.

*En Antioquia le decimos "rila" a los excrementos de aves

martes, 22 de julio de 2014

El carro


Uno de los cambios evidentes y no tan sencillos. De un momento a otro uno tiene una familia completa "al instante". De ser solamente mi esposa, mi hijo, coco (el perro) y yo; en una tarde nos convertimos por arte de ultrasonido en una familia de seis personas, con coco siete (no cocosette), y como sabíamos de la inminente llegada de las abuelitas a ayudarnos, nueve.

Nuestro Rondo ya no era suficiente y aunque queríamos mucho el carro por su excelente calidad, comodidad y un consumo de gasolina eficiente, empezamos a buscar en internet los carros que tal vez alcanzaran para nuestro presupuesto y la nueva talla de familia.

Los criterios de búsqueda fueron los siguientes:

  1. Carro asiático: koreano o japonés… nada de Ford, Chrysler, Buick, Pontiac, GMC…
  2. 8 puestos
  3. Con encendido a distancia
  4. Con "maleta" grande para que quepan los coches
  5. Conexiones Bluetooth y USB

Empezamos a buscar en Internet y teniendo en cuenta los carros conocidos en posesión de amigos y familiares: Mazda 5 y Dodge Caravan, iban ya descartados porque eran de siete pasajeros, y la Caravan estaba en el abanico de los carros estadounidenses que son conocidos por su rapidez de oxidación y alto consumo de gasolina, el Mazda también por las mismas razones, excepto el origen y el consumo de gasolina.

Buscamos entonces Toyota Sienna porque conocíamos el de unos amigos, Kia Sedona porque la garantía de 5 años es inmejorable y ya éramos clientes, Honda Odyssey y Honda Pilot porque se ajustaban a casi todos los criterios y decidimos agregar, aunque gringo, la Chevrolet Traverse. En esa búsqueda incluímos marcas como Subaru, Hyundai y hasta VW, pero si no es que carecían de un vehículo para nuestras necesidades, el valor del carro más simple superaba el presupuesto.

Esa pesquisa duraba semanas en las que leíamos y releíamos las características de los vehículos y comparabamos precios, formas de pago y el valor del carro "viejo" como parte de pago para el nuevo. La Internet aunque muy informativa no nos estaba ayudando a tomar una decisión, al contrario, tanta información nos tenía confundidos. Así pues debimos continuar con la investigación de campo y empezamos por visitar nuestro concesionario Kia para ver la Sedona. No tenían una nueva para mirar y la usada que vimos de noche no nos convenció, además descubrimos que no acomodaba sino siete pasajeros.

Me lo llevo puesto, gracias
Por esos días, en febrero de 2014 creo, hubo una feria exposición de carros a la que evidentemente asistimos para conocer los vehículos en los que estábamos interesados y hacer todas las preguntas y comparaciones empíricas necesarias. Aparte de ver réplicas del carro de los cazafantasmas y el de los Dukes de Hazzard, todo tipo de lamborghini, prototipos, carros arreglados, carros de carreras y de guerra y motos, vimos lo que buscábamos. Nos metimos a los carros, nos sentamos en todas las sillas, manoseamos las palancas de velocidades, comparamos los tamaños de maletas y nos fuimos con catálogos publicitarios.

Con tres carros escogidos visitamos a los respectivos concesionarios Toyota, Honda y Chevrolet y luego de horas de hablar con vendedores, tener precios de compra y retoma de nuestro Rondo y examinar los vehículos; redujimos nuestra lista a Chevrolet y Honda, de las cuales la Traverse nos parecía más bonita por que simplemente no tenía pinta de vagoneta.

Con catálogos y cotizaciones en mano empezamos a comparar cada punto, inclusive el espacio entre los asientos de adelante y los de atrás, el volumen de carga interior, las medidas externas y detalles que para cualquiera pueden ser insignificantes, pero para un padre de trillizas con niño, esposa, mamá, suegra y perro son importantes. En esa última noche decidimos que la mejor opción era la Honda Odyssey.

Hasta ahora estoy muy contento con el carro y sus servicios, excepto un ruido de amortiguación que luego de siete visitas al taller nada que resuelven, pero esa es otra historia… de otro blog.

DATO CURIOSO: Las opciones de color eran blanco, gris, negro y plateado (WHITE DIAMOND PEARL, MODERN STEEL METALLIC, CRYSTAL BLACK PEARL & ALABASTER SILVER METALLIC), y como casi todos los canadienses optamos por el plateado porque es el tono al que mejor le pega la mugre del invierno.

REMATE: ¿Como de Blogaraje o qué?

miércoles, 9 de julio de 2014

La unidad de cuidados intensivos de neonatos

Mis trillizas fueron llevadas a la unidad de cuidados intensivos de neonatos porque su condición de prematuras así lo determinó. Allí, un equipo especializado se haría cargo de velar por ellas y suplir todas sus necesidades mientras fuera requerido.


La gran fortuna de su nacimiento no trajo ninguna complicación para mis niñas y solamente deberían permanecer allá hasta que ganaran el peso mínimo que les permitiera partir a casa con nosotros. En una habitación estaban Sarah y Mariana; y en la otra, Victoria, quien nació más flaquita que las otras dos. Al principio todas estaban en encubadora con el fin de monitorear sus signos vitales y mantener el calor corporal para que pudieran ganar peso rápidamente, eso acompañado con una dieta de leche enriquecida a 24 Kcal que en principio se la daban las enfermeras en teteritos desechables.

Ellas eran una sensación en esa unidad que cuenta con más de 350 personas dedicadas a recién nacidos que luchan por vivir. Las visitas sumamente restringidas estaban limitadas a una lista invariable de cuatro adultos, los hermanitos y los papás. Para los niños exigen además el carné de vacunas actualizado y que no hayan tenido ni siquiera una gripa en las últimas 48 horas, y todos sin excepción debíamos lavarnos los brazos hasta los codos y portar unas batolas, quitarnos todo tipo de joyas, relojes y en el caso de las mujeres (y no falta uno que otro hombre) está prohibido el uso de uñas postizas y esmaltes de uñas, porque esos elementos son superficies ideales para la cría de colonias de hongos. Quien tosa, debe usar tapabocas, pero bien puesto [para eterna memoria este tipo].

Los bolsos debían entrar en una bolsa plástica y se recomendaba no llevar perfunes ni olores fuertes.

Perdí la cuenta de las veces que tuve que entrar y salir de esa unidad y de las veces que me lavé con esa mezcla de jabón y antibacterial que terminó por producirme una comezón insoportable, al poco tiempo adquirí la habilidad necesaria para mezclar el agua fría con la caliente usando las llaves-pedal que accionaban la canilla con los pies y de frotar menos para pelarme menos. Allá, el hospital se encargaba de proveer los pañales, la leche y las cremas para los bebés, hasta hubo ropita donada por voluntarios anónimos.

Francis. El enorme enfermero tatuado
Una enfermera (o enfermero) se hacía cargo de Victoria y quien fuera su vecino de habitación, y otra persona de las otras dos niñas. Constantemente estaban vigilando los signos vitales y atentos a esas alarmas por los períodos de apnea de los prematuros, que son normales, pero que se deben monitorear. Religiosamente cada tres horas eran alimentadas (y sigue siendo así) y se les cambiaba el pañal, aunque en el hospital es mucho el desperdicio porque los pañales los cambian antes y después de cada teterito, aún si el pañal estaba limpio lo botaban. Los chupitos de los teteritos desechables también los botaban -siendo reutilisables- porque no tienen manera de estar lavando y secando tanto chupito. Y eso lo comprendo a la perfección: espere que hablemos de "La teterada".

Como papá la presencia es muy importante. Como mis hijas estaban en perfectas condiciones era posible sacarlas de las encubadoras para darles su alimento y hacer "peau à peau", que es el contacto de las pieles de padre e hija… una cosa maravillosa que se hace durante una hora al menos una vez al día y que sirve para darle calor al bebé y crear ese lazo único que da la paternidad -y por supuesto que la maternidad-.

Sarah estuvo en encubadora solamente un día, Mariana una semana y Victoria 10 días. Las últimas tuvieron que ser entubadas para ayudarles con alimentación endogástrica. Eso pasa cuando el bebé no tiene la madurez suficiente y no ha desarrollado el reflejo de succión. Aunque mis hijas sabían hacerlo, se cansaban muy pronto y por eso reforzaron la alimentación por ese tubito que entraba por la nariz hacia el estómago. Era triste verlas con eso en sus caritas minúsculas, pero gracias a eso no demoraron mucho en la unidad de cuidados intensivos de neonatos. En los últimos días ellas ya estaban juntas en una cunita, con sus letreritos de bebé 1, bebé 2 y bebé 3, y el personal médico y de servicio se arrimaba para apreciar el milagro de la vida de estas niñas, impresionados con la vitalidad y buena salud de ellas nos felicitaban varias veces en la misma frase.

A los 14 días de haber nacido con 35 semanas de gestación, las trillizas ya estaban acostaditas en su cuna comunitaria, justo al pie de nuestra cama.

lunes, 9 de junio de 2014

El nacimiento

No hay otra manera que la cesárea. Un embarazo múltiple embarca riesgos para la madre y los bebés y el procedimiento quirúrgico, en lugar del a veces largo, doloroso y gritado trabajo de parto, es la opción por defecto para el nacimiento de las trillizas.

Estaba programada para el 29 de abril y nos preparamos como dice en los libros, folletos y páginas de Internet con un equipaje "básico" para la mamá y uno mínimo para las niñas; porque sabiendo que del útero pasaban a la encubadora no era mucho lo que iban a necesitar, lo poco iba a ser suministrado por el hospital, el sistema de seguridad social y voluntarios desconocidos.

Muy temprano en la mañana -ella en ayunas- llegamos a registrarnos para el nacimiento y desde ese momento ya nos estábamos convirtiendo en celebridades. "Ah, las trillizas", decían cuando nosotros nos anunciábamos. La preparación para un parto de ese tamaño requiere de más personal, insumos y espacio.

Se hizo el papeleo muy rápido y a mi esposa la empezaron a preparar con unas droguitas y suero mientras que nos tocaba el turno. Ella era la tercera porque habia otras con mayor prioridad y urgencia. A las 11 de la mañana la entraron al quirófano. A su mamá, mi hijo y otra señora que nos acompañaba los despacharon para la habitación y a mí me hicieron vestir de médico y esperar.

Mientras yo estaba vestido hasta con gorrito para el pelo, a ella la estaban alistado con la anestesia epidural y un equipo enorme se preparaba para traer a mis hijas al mundo y mantener a la madre a salvo.

A las 11:42 llegaron por mi y me condujeron por varios corredores hasta la sala de operaciones en la que al entrar, tuve la sensación de ir a una notaría a autenticar un documento a las dos de la tarde: ¡qué gentío! Y en el centro de la habitación estaba ella esperándme sonriente. Me senté en un banquito al lado suyo y puse mi mano en su cabeza. Empecé a contar gente: tres en la mesa de cirugía, tres por cada estación de bebé y tres al rededor nuestro (una enfermera y dos anestesiólogos), además mi esposa y yo.

Todo el tiempo me preguntaban que sí estaba bien, tal vez esperando un desmayo mío o que arrancara en un ataque de nervios, pero yo estaba más fresco que un orangután en su ramada.

Pasó muy poco tiempo para que me dijera la enfermera: "papa, il faut que vous soyez prêt avec votre appareil photo". Saqué la camarita y me levanté de mi redondo asiento para disparar la primera imagen de mi primera hija a las 11:58, la segunda a las 11:59 y la tercera a las 12:01.

No vi tripas ni cortadas, vi las bebés bañadas en una mezcla de líquidos llorando mientras tomaban sus primeras bocanadas de aire y las recibían en las "estaciones" de bebés atendidas cada una por tres personas. Ahí las pesaron, las limpiaron, les pusieron una pinza en el cordón umbilical y las envolvieron "en tabaquito" mientras las estabilizaban. Luego nos las entregaron por unos instantes para que las conociéramos y nos tomaran otra foto.


Cuando nació mi hijo, en Colombia, no tuve la oportunidad de estar acompañando a mi esposa en el nacimiento ni el privilegio de verlo en sus primeros segundos en este mundo.

Esta vez no solamente pude estar en la sala de parto, sino que pude darle a mi esposa un apoyo único para un nacimiento triple y yo pude experimentar por primera vez la enorme felicidad que trae ser "el triple papito"... Ni las lágrimas de alegria pueden expresar esa catarata de emociones que sentí al tenerlas por primera vez en mis brazos y ver la pequeñez de sus caritas.

Nacieron con los ojos abiertos, con el color de piel adecuado, sin problemas respiratorios y pesando 1.900 g, 1.630 g y 1.790 g. 

lunes, 26 de mayo de 2014

El hospital

Por suerte o por mala suerte, si uno no tiene cómo pagar con su bolsillo el mejor hospital local, le es asignado un lugar para que nazcan sus hijos. Eso depende de varios factores: el sistema de salud, la cotización del trabajador al sistema, la cercanía a su lugar de residencia y la condición de la madre gestante, porque la suya, a nadie le importa una peonza.


Cuando se es madre de múltiples ese embarazo se considera automáticamente de riesgo, y cada mujer puede sumarle a eso otros factores que "empeoran" su situación, diga usted por ejemplo, edad avanzada, obesidad, enfermedades previas, malformaciones físicas, desnutrición crónica o daños por drogas o alcoholismo entre cientos de cosas. En nuestro caso, las trillizas declaraban contundentemente que el embarazo debía ser de mucho cuidado y por eso tuvimos la fortuna de que se nos remitiera al Hôpital Sainte-Justine, uno de los mejores de América en atención madre-hijo.

Una cosa es el asunto médico y el servicio que presta la institución para su pareja, y otra cosa es la función de mensajero que propongo al padre, que más que útil, es imprescindible; y por la experiencia, van algunos trucos para que su acompañamiento cotidiano en el hospital y sus deberes imparables en la casa y el trabajo no hagan de usted un guiñapo de hombre.

Este hospital no nos quedaba muy lejos de la casa, pero las rutas de acceso lo hacían un poco demorado. Son solamente 16 kilómetros de distancia desde mi casa y 13 desde mi trabajo, pero en casi todas las ocasiones, tardaba hasta 45 minutos (más de 60 minutos en horas pico) en hacer esos recorridos por las vías corrientes, que como se dice aquí, son lo "moins pire". Empiece por conocer las calles que circundan al hospital e identificar cuáles son los semáforos en los que puede girar a la izquierda o derecha sin perder tiempo, localice los atajos para llegar fácilmente a las autopistas y los lugares de los que puede salir, así sin aviso alguno, una volqueta en reversa que le obliga a hundir el freno al fondo y sentir el amargor de sus gónadas en la garganta.

Explore el barrio y localice los sitios donde puede estacionar gratis, donde puede estacionar pagando poco por poco tiempo o donde por fuerza debería estacionar por mucho tiempo y por mucha plata. Cuando ingrese su pareja como paciente, infórmese con la seguridad o la administración del lugar porque es posible que la institución tenga convenios de estacionamiento con algún parqueadero, inclusive el propio parqueadero del hospital, y así usted podrá ahorrarse bastante dinero en sus visitas diarias a su creciente familia o para las amanecidas.

Ponga cara demacrada, hágase ver cansado y desvalido pero siempre sonriente y optimista como feliz padre de trillizos. Es más, creo que no tendrá que hacer nada: le saldrá natural. Esa actitud es lo único que usted tiene para solicitar esos servicios y recurrir al corazón de los funcionarios… la barriga con bebés la lleva ella.

Ubique sitios importantes cercanos o de paso al hospital: supermercado, tiendas de ropa, farmacia abierta las 24 horas (o al menos hasta tarde), restaurantes con entrega a domicilio, estaciones de gasolina, cajeros electrónicos para sacar dinero y floristerías, porque no se puede olvidar lo importante que son las flores en estos momentos.

Infórmese con el hospital sobre los servicios no sanitarios que ofrezcan, por ejemplo en el "nuestro" contaban con biblioteca, sala de cine, masajes, tienda miscelánea, restaurante, farmacia (que cerraban a las cinco de la tarde y fines de semana), estacionamiento, Wi-Fi gratis, dos tipos de  hospedaje para los padres, sala familiar para visitar a los bebés y parque temático con 12 atracciones mecánicas, siete mesas de pin-ball y dos piscinas climatizadas.

Lo del parque temático me lo acabo de soñar… lo demás es cierto.

En el hospital, aprenda a conocer los diferentes pabellones y unidades por los que ustedes desfilarán como pacientes, trate de no perderse en los corredores y cuando use el ascensor, bájese en el piso correcto. Sí, yo sé, suena estúpido, pero pasa cuando uno ya está convertido en un guiñapo de hombre. Recomiendo que use siempre las escaleras, los elevadores tardan muchísimo más en prestar el servicio y aunque parezca misántropo, se puede uno encontrar con ciertos personajes desagradables o tener que embutirse en la máxima capacidad de carga.

Observe al personal médico y de servicio, ellos utilizan algunos atajos "secretos" para pasar de un pabellón a otro, hágase el perdido y ahorre tiempo y recorridos usando los corredores VIP, pero respete por favor cuando esos espacios sean usados para gente que de verdad los necesita.

¿Ya miró donde puede ir a hacer pipí, dónde poner a cargar su celular, dónde pagar las cuentas y sacar los documentos y dónde comprarse una bebida mientras espera o descansa? Observe bastante, conviértase en parte de esos muros para que sea un marido (o concubino) útil y no otra preocupación más para esa madre que está haciendo por uno lo que jamás haremos por nadie.

NUNCA SOBRA: trate de ser amigable con todo el mundo, va a necesitar favores por tiempo indefinido

martes, 20 de mayo de 2014

¿Para qué sirven las tetillas de los hombres?

No importa si usted cree en en la creación divina, en la evolución o en el tal "diseño inteligente". El hecho innegable es que las hembras de los mamíferos -incluyendo las humanas- son quienes gestan a sus crías y la responsabilidad y fatiga del macho son pocas en esa ardua tarea de ser madres. Muchas mujeres, sin faltarles la sorna, imploran que ojalá fueran los hombres los que se embarazaran para que supieran lo duro que es. Eso, tampoco se puede negar… y en el caso de un embarazo múltiple las cosas se vuelven muchísimo más intensas porque la producción hormonal y el peso en el vientre se multiplican por el número de bebés.

Yo muy sinceramente y con todo el amor del mundo hubiera querido compartir con mi esposa la carga de ese embarazo de trillizas, pero lamentablemente, hasta ahora eso es imposible. Ella fue quien soportó valientemente y con mucho amor todas esas molestias y dolores. Hay maridos de maridos, y papás de papás, cada familia tiene una dinámica particular, pero si usted realmente quiere comprometerse con el buen desarrollo del embarazo de su pareja, de sus hijos, son muchas las cosas que puede hacer:

Documéntese

Lea y pregunte. Aprenda sobre un embarazo (múltiple) para que medianamente pueda entender las cosas que vive su pareja y así ser más paciente y comprensivo con ella, inclusive le permitirá ser proactivo en la consecusión de elementos que ella pueda necesitar o tener listas las cosas antes de que ella se lo pida, pero lo más importante es que basado en ese aprendizaje, entable una comunicación constante para que pueda atender las necesidades de los bebés, de ella y sobre todo, las suyas. Existen sitios en internet y aplicaciones para teléfonos inteligentes que le pueden guiar paso a paso en ese desarrollo.
http://www.tuytubebe.com/
http://www.babycenter.com/
http://www.babycenter.com/mobile-apps

Maneje

Si ella conduce, es el momento de que usted tome el volante, si usted no sabe manejar, está muy demorado en aprender. La madre no podrá conducir porque no cabrá en el habitáculo y le será muy incómodo hacerlo aunque organice nuevamente la silla y los espejos del carro. Además es un riesgo innecesario que ella se exponga a las dificultades de la ruta, aunque hay gente que por fuerza o un exceso de brutalidad, hasta permite que una mujer en embarazo monte en moto.

Camine

En cierto momento de la gestación, caminar se convierte en una tarea fatigante, pero usted puede ayudar yendo y viniendo en su casa o en cualquier otra parte para llevarle a su pareja lo que ella necesite. No se trata de recorrer distancias épicas, el hecho de acercarle un vaso de agua o las pantuflas implican para ella un acto que le agradecerá enormemente.

Estírese y encójase, empínese y agáchese


Esa gimnasia infantil con una barriga enorme, piernas hinchadas y un centro de gravedad distinto, no solamente cansan a la madre, sino que son tareas peligrosas en las que ella puede caer, resbalar o sobreesforzar sus músculos. Para usted, sino cuenta con una barriga sobresaliente -que ni le deja verse el propio cosito- son tareas sencillas con las que le dirá a ella y a los bebés que lleva: "los amo". Haga como el príncipe azul: reclínese para ponerle las medias y los zapatos, aprenda un poquito de pedicure y ella será infinitamente feliz.


Suba y baje

Peor que lo anterior, subir y bajar escalas se convierte en una tortura para ellas. Los desplazamientos "verticales" exigen un esfuerzo físico desmesurado, y eso, si la madre no ha sido recetada con guardar reposo o mantenerse en cama. Para el papá no es gran cosa.

Sea previsivo con los antojos

Mantenga a la mano esas cositas que empiezan a pedir de manera voraz y procure botar o esconder aquellas a las que le tienen asco… a veces puede ser usted, su champú, el plato que antes era el favorito y hasta el olor del agua. Prepárese para esos cambios de humor y de parecer, y no queda de más mantener en los contactos del celular o pegados en la nevera los teléfonos de la comida que se puede pedir a domicilio, en especial, esos que entregan a media noche.

Comparta

Si usted tiene otros hijos o mascotas no olvide que ellos también esperan la misma dedicación de siempre, y usted, mi querido padre de familia, debe ser el eje y equilibrio en las relaciones del hogar… es muy difícil guardar la calma en ciertos momentos, pero piense que si sus hijos previos y el perro siguen tan contentos como la mamá, contará más adelante con aliados y ayudantes en situaciones verdaderamente necesarias. Siembre alianzas con ellos para que al recibir a sus bebés, los otros niños y las mascotas no se conviertan en un problema.

Coja oficio

Si usted es de esos que le gusta llegar a la casa y encontrar la comida servida, la ropa limpia y doblada en su armario y las chanclas delante del sofá para que se instale a ver los goles del domingo, ¡Coja oficio! Es hora de que se ponga a cocinar, lavar los platos, encargarse de la ropa y dedicarse a cuidar a su pareja en vez de perder el tiempo en asuntos que ningún beneficio le traerán a esa madre y los bebés. Piense que la cuestión es temporal y que si ella está feliz, usted también está feliz. Habrá quienes cuenten con servicio doméstico que se encargue de esas labores, pero ¡Ojo mi amigo! hay que sudar un poquito y cansarse en atenderla a ella, porque aparte de los espermatozoides, su participación en la gestación es nula y a ella no le va a gustar verlo fresco y rozagante, sin pasar ningun trabajo, mientras ella tiene mareos, vomita, se hincha, le duele todo y fuera de eso, espera un parto.

TU NUEVA MEJOR AMIGA: la silla de ruedas

Luego hablaremos del hospital

jueves, 24 de abril de 2014

El comienzo de una aventura

Como soy gemelo, pensar en tener mellizos nunca me pareció una cosa loca, al contrario, conozco las bondades de tener un hermano siempre: un amigo, un cómplice; y por eso hasta me gustaba la idea de que el embarazo de mi esposa pudiera ser de gemelos. Crecí con el concepto de equidad, aprendiendo a compartir casi todo y entendiendo a otra persona sin necesidad de comunicación.

Dar la noticia de que uno está esperando trillizos por lo menos deja a las personas con la boca abierta. Unos gritan, otros se espantan, pero la reacción natural inicial es de incredulidad total; más cuando suelo hacer bromas mentirosas. Recibir la noticia para nosotros fue asunto completamente diferente.

Aquella tarde, en una habitación en penumbras estábamos listos para la ecografía esperando que las noticias sobre el embrión fueran buenas. La experiencia nos ha enseñado a reconocer algunas imágenes de los sonogramas y veíamos al menos dos cositas blancuzcas en ese fondo negro. Mi esposa y yo nos mirábamos en silencio sospechando una gestación gemelar… la radióloga permanecía incómodamente muda. Cuando mi esposa le preguntó por lo que veía, ella nos mostró que había tres embriones con buen desarrollo.

Yo me quedé absolutamente mudo y mi esposa temblaba… estábamos en shock.

En varias ocasiones los profesionales de salud nos explicaron con sendas recomendaciones que era posible "reducir" el embarazo. Para nosotros, que ya tenemos un niño, esa jamás fue una opción y fue así que decidimos emprender un camino desconocido, que luego de superar la noticia y digerirla, hablar con nuestros parientes y mucho reflexionar, supimos asumir con amor y optimismo.

Las tres niñas a las 12 semanas
Nos documentamos bastante para preparar la llegada de las niñas, compramos y leímos varios libros y conversamos con algunas personas que han tenido esa experiencia, hemos leído blogs, visto videos y evidentemente, consultado a los médicos. De todas maneras, insisto que uno nunca está listo para ser padre.

Mi esposa ha sido la mujer más fuerte y valiente, ella ha soportado un embarazo con casi todos los síntomas conocidos -y hasta los raros- y pese a lo que dicen las estadísticas y algunos pronósticos tímidos, ella ha logrado llevar su pesado vientre hasta las 35 semanas de gestación, tiempo adecuado para recibir prematuramente y de manera segura a nuestras hijas. A ella, esa mujer pequeñita y madre de mis hijos, quiero dedicar la devoción de este blog que servirá a quien se interese, como bitácora para cursar la ruta de padres de múltiples que comenzaremos el 29 de abril de 2014.

Para quienes quieran saber sobre embarazos múltiples hay muchos recursos, como los que encontramos nosotros. Aquí, mis queridos lectores, encontraremos la aventura de aprender a ser papá de trillizas.